¿POR QUÉ MAGISTERIO?

Hola me llamo Raquel y soy estudiante de magisterio de primer año en la ESCUNI. Mucha gente me ha preguntado ¿por qué magisterio?, es sencillo, lo hago por tres razones:

Primero, he escogido magisterio de primaria porque me gustan los niños y creo que la enseñanza es aburrida y creo que mediante la música puedo hacer que los niños se lo pasen bien aprendiendo y lo más importante, reteniendo esos conocimientos. 

Segundo todos hemos tenido profesores que han sido viejos, jóvenes, divertidos, unos huesos... pero siempre recordamos aquellos que fueron o muy buenos profesores o muy malos, y me metí a magisterio como agradecimiento a los profesores buenos y cómo venganza a los malos, ya que me enseñaron tan mal y me hicieron odiar ciertas asignaturas que con otros profesores llegué a amar y por todos aquellos malos profesores hago esto, para que los niños sean felices aprendiendo, así que gracias a todos aquellos malos profesores que habéis hecho que mi motivación sea ser una buena profesora. 

Como último he escogido magisterio y me gustaría la especialización en música por una razón, en esta sociedad estamos siempre muy presionados, no sólo de adultos, sino también como niños y ahora los niños cada vez tienen menos tiempo para ser de verdad niños y creo que la música puede abrir un sinfín de oportunidades, no sólo para aprender, sino para ayudarte a salir de los lugares más oscuros y encender una luz en tu interior, o por lo menos a mi me ayudó; todo esto viniendo de una sociedad donde todo importa y todo se mira, y en unas edades donde los niños pueden ser muy crueles con los compañeros.


Por tanto, por una lado gracias a los malos profesores y a los malos compañeros que tuve en mi infancia, porque gracias a vosotros voy a dar todo lo que pueda de mí, para que todos los alumnos que tenga sean aceptados, aprendan, sean felices, se lo pasen bien y que sean niños en esas edades, pero futuras buenas personas y buenos trabajadores.Y por otro lado, gracias a los buenos profesores, porque sin ellos no tendría ni los conocimientos que tengo, ni sería la persona que soy hoy.